La sala diáfana y minimalista atrae a través de la iluminación regulable, permitiendo adaptarla en cada sesión.
Se encuentra presidida por un lienzo con un gran círculo “ENSO”, símbolo japonés, que en su significado se encuentra, la iluminación, la fuerza, la elegancia, el universo y el vacío. Totalmente acorde con la filosofía de QIYOGA. Es lo primero que nuestros ojos observarán cuando entramos en la sala.
La madera del suelo y el mobiliario hace que al contacto con la piel el cuerpo vuelva a lo natural.